«El ruido de la lluvia lloró alto es una obra en la que la autora reitera su particular forma de acercarse al arte, presentándonos objetos cotidianos e insertándolos dentro del mundo del arte. A través de este proceso, en el que comienza revolviendo en su memoria, rescatando una imagen de un antiguo retrato de una pareja de novios y en conjunción con otros elementos que, en este caso, anulan los rostros de los retratados convirtiéndolos en «anónimos», es decir en «todos», nos propone una imagen entre tenebrosa (licantrópica) y nostálgica (retratos de salón), cargada de un posicionamiento crítico consciente de las reglas y roles sociales preestablecidos, que alienan sensaciones y experiencias.
Al modo de artistas como Brossa o los surrealistas, Carmen Calvo crea objetos con una carga poética en la que podemos leer desde un punto de vista cercano a nuestra experiencia, renglones que nos hablan de la memoria, del paso del tiempo, de angustia, inocencia, etc., por medio de un código simple, entre simpático y familiar, por el que fluye su mundo interior y sus pensamientos que reconocemos como propios.»
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Del Catálogo «A propósito de hombres y mujeres». Obras escogidas de la colección ARTIUM de Álava para el Instituto Cervantes.
Texto de Javier González de Durana
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