
La obra muestra el cuerpo de Camille Doncieux, la primera esposa de Monet, quien murió a los treinta y dos años, probablemente de cáncer, en su cama el 5 de septiembre de 1879.
Así describe el propio Monet la obra:
«Una mañana, al alba, me encontré junto al cabezal del lecho de una persona que me era muy querida y siempre lo será. Mis ojos estaban rígidamente fijos en el trágico momento y me sorprendí siguiendo la muerte en la sombra del colorido que deja en el rostro matices graduales. Tonos azules, amarillos, grises, lo que sea. A tal punto había llegado. Naturalmente, el deseo de mirar fijamente la imagen de quien nos dejó para siempre. Sin embargo, antes de que pensara en pintar los rasgos tan queridos y familiares, el cuerpo reaccionó automáticamente al choque de colores».
Monet conservó el cuadro toda la vida y nunca lo expuso.