
A principios de la década de 1970, antes de ingresar en la escuela de arte, Gormley realizó una serie de esculturas, actualmente desaparecidas, tituladas Sleeping Place, que fueron realizadas cubriendo con tela empapada en yeso varios cuerpos acurrucados en el suelo. De esta manera creó un refugio o cobertura que ofrece un espacio al cuerpo dormido y vulnerable.

Con Bed (1980-81) retomó el tema de la cama como lugar para dormir. Para esta obra utilizó 8640 rebanadas de pan de molde Mother’s Pride, que secó y sumergió en cera de parafina. Las apiló en capas, creando una representación doble y especular de su cuerpo tendido, delineado por los huecos dejados al comer partes del pan. Gormley, quien recibió una estricta educación católica, relaciona esta obra con el ritual de consumir el cuerpo de Cristo. El volumen corporal del artista queda representado por este espacio vacío rodeado de pan, sugiriendo la transformación de la materia en espíritu. La figura ausente adopta la postura de los yacentes medievales, mientras que el moho en el pan simboliza el ciclo vida-muerte-vida. La cama, espacio tradicional de concepción, nacimiento y muerte, se convierte así en un lugar para los procesos transformadores de la existencia.
Antony Gormley comenzó a utilizar su propio cuerpo como instrumento y material para su obra artística en 1980. Desde entonces, ha explorado profundamente la conexión tanto física como espiritual entre el ser humano y el mundo natural, utilizando principalmente su cuerpo como base de esta investigación.
En su concepción, el cuerpo funciona como recipiente físico de lo intangible: las emociones, los pensamientos y la imaginación. Mediante el vaciado de su propio cuerpo, genera estructuras que se asemejan a la piel humana. Este espacio delimitado por la «piel» corporal simboliza su concepto del yo. Dentro de este espacio, el vacío evoca simultáneamente infinitud y ausencia: «la infinitud del espacio interior del cuerpo», donde considera que reside el potencial espiritual humano.
En palabras del propio artista: «Para mí, la escultura utiliza los medios físicos para hablar del espíritu, el peso para hablar de la ingravidez, la luz para referirse a la oscuridad: un medio visual para referirse a lo invisible».